El exceso de líquidos tiene diferentes causas. Hay causas hormonales como, por ejemplo, durante la ovulación o la menstruación; también puede ser debido excesivo consumo de sal, o a trastornos en el corazón o en la circulación sanguínea. El andar diariamente a paso rápido durante una hora, disminuir la ingesta de sal y tener levantadas las piernas mientras se está sentado favorece la eliminación de líquidos. Aunque parezca paradójico, es conveniente beber al menos 2 litros de agua al día, pues ayuda a los riñones a depurar el organismo y a eliminar líquidos. Los fármacos diuréticos son aquellos que fuerzan al organismo a fabricar orina y, por tanto, a perder líquido, pero sólo deben tomarse con prescripción médica pues pueden dar complicaciones.